"Star Wars: El Ascenso de Skywalker"; J.J. Abrams


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Luego de cuarenta y dos años, ocho películas, y una infinidad de series y libros, la saga galáctica llega (supuestamente) a su fin. ¿Es “El Ascenso de Skywalker” una conclusión a la altura de la historia iniciada hace casi medio siglo?

En pocas palabras: no.

J.J. Abrams, quien también dirigió el genérico pero entretenido “Episodio VII” de la saga, fue el elegido por Lucasfilm para terminar la historia iniciada en “La Guerra de las Galaxias” allá por 1977. Además de “El Despertar de la Fuerza”, otros títulos del director incluyen el remake de “Star Trek”, “Super 8” y la serie “Lost”. Abrams se beneficia en sus películas de las referencias al pasado – por no decir del plagio – y “El Ascenso de Skywalker” no es excepción. La película está plagada de referencias y momentos nostálgicos que reflejan escenas de la trilogía original. Es más, su argumento entero se basa en el regreso de un personaje macabro supuestamente muerto.

Y es esto último lo que lleva a uno a la conclusión de que la película no está a la altura de ser un final apropiado para la saga. En lugar de seguir los lineamientos y los temas planteados por Rian Johnson en “Los Últimos Jedi”, Abrams, con su guion, decide ignorar la película anterior y hacer una secuela a su propio “Episodio VII”. Idas están las ideas originales establecidas en el “Episodio VIII” - que mató a su villano principal y tuvo la audacia de presentar a una protagonista sin ningún lazo familiar a los clanes tradicionales de la saga: los Skywalker, los Kenobi, los Palpatine – reemplazadas por los más simples clichés. La trama entera se siente forzada, y se concentra tanto en pedir disculpas y deshacer lo hecho por el “Episodio VIII” que se olvida de contar su propia historia.

Se nota también, a lo largo de la película, que hubo presente una obsesión por mantenerla por debajo de las dos horas y media, pues tiene un ritmo frenético, hasta cansador, que no le pone alto alguno a la historia y no deja respirar a los personajes; no los deja tener momentos emocionales. Es como si Abrams, en su necesidad de terminar la historia, hubiera escrito el guion tildando una lista de requisitos para llegar al climático tercer acto. Se establecen a último momento elementos y partes de la historia nuevos y forzados, convirtiendo al argumento en una simple búsqueda de objetos perdidos digna de un videojuego promedio.

A pesar de todo esto, hay multitud de cosas que son muy buenas. Como siempre, la banda sonora original, compuesta y dirigida por John Williams, brilla por encima de cualquier fallo que las películas tengan. Destacan el tema principal, “The Rise of Skywalker”, además de “A New Home” y el uso variado del tema de Rey.

Los efectos especiales son también de primer nivel, y muestran batallas, persecuciones y duelos de sable láser de manera espléndida, combinados con un diseño de sonido también impresionantes. A pesar de no llegar a la excelencia de la fotografía del “Episodio VIII”, hay multitud de momentos que son arrebatadores de mirar.

Quienes más se destacan son, no obstante, los actores principales: Daisy Ridley como Rey y Adam Driver como Kylo Ren. Ridley hace lo mejor que puede con el personaje plano que tiene que desempeñar, trayendo un montón de emoción y conflicto ausente en el guion, y Driver, como siempre, le hace un honor tremendo a su personaje, el más complejo y bien llevado de toda la trilogía. Algunas escenas particulares – una con una memoria de alguien amado, otra más cerca del final y muy cerca de Rey – son elevadas por la fisicalidad y el rango de emociones que presenta al actuar. Son divertidos también John Boyega como Finn y Oscar Isaac como Poe, incluso si sus personajes son algo simplones. No se puede tampoco olvidar a Anthony Daniels como C-3PO, más divertido y servicial que nunca.

“El Ascenso de Skywalker” es, en conclusión, un final decepcionante para la saga iniciada por George Lucas en 1977. La multitud de efectos especiales, música y grandes actores no son los suficientes para taponar un argumento débil y endeble que desprestigia a las películas originales y hace su trama absolutamente inútil.

5/10

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