¡Dragones! ¡Reinos en guerra! ¡Brujas! ¡Objetos mágicos perdidos! No es Tolkien, ni Lewis, ni George R.R. Martin, es Samantha Shannon con su propia fantasía épica.
Solo con verlo, uno intuye que “El Priorato del Naranjo” no será un libro fácil, pero le dan aún así unas ganas irremediables de comprarlo. Son ochocientas cincuenta páginas de mundos fantásticos, criaturas aladas y palabras extrañas, rematadas por una edición en tapa dura que no se ve todos los días y una portada preciosa. ¿Qué podría salir mal?
Al parecer, muchas cosas.
El mundo de “El Priorato del Naranjo” está marcado por un suceso histórico: hace mil años, un malvado dragón, el Innombrable, emergió para destruir el mundo, pero Sir Galian, un valeroso hombre, lo apuñaló con la espada Ascalon, devolviéndolo a las profundidades de un Abismo en medio del mar. Sir Galian se convirtió en rey, y se dice que, mientras su dinastía - toda de reinas mujeres - se mantenga con vida, el Innombrable, herido pero no muerto, seguirá recluido en su prisión, demasiado débil para emerger una vez más.
Mil años después, la reina Sabran continúa el linaje de Sir Galian. Tres de los cuatro personajes que narran la historia están estrechamente enlazados a ella: Lord Arteloth Beck, un noble que es el mejor amigo de la reina, pero que para disipar rumores de un amorío y hacer a Sabran más deseable para otros reyes, ha sido exiliado (aunque no de manera oficial) en contra de su voluntad y enviado en una misión para recabar información sobre un rey desaparecido del otro lado del mundo. Por otro lado, está Ead Duryan, quien se hace pasar por dama de compañía de la reina Sabran, pero que tiene un propósito muy diferente: protegerla de asesinos y mercenarios, con tal de que su vida no termine y el Innombrable no se alce. La organización que envió a Ead a proteger a la reina es el Priorato del Naranjo, una hermandad de magas que tiene una historia muy diferente a la de Inys - el reino de Sabran - sobre la lucha contra el Innombrable y que no creen que la dinastía de Sir Galian sea lo que mantiene al dragón confinado. Aún así, Ead fue enviada a proteger a la reina, tomando en cuenta el improbable caso de que la historia de Sir Galian sí fuera real.
Luego está también Niclays Roos, un alquimista que hace siete años fue exiliado a una isla perdida por la reina Sabran por fallar en su tarea de fabricarle a su majestad un elixir de la vida. El punto de vista de él se une al de Tané Miduchi, una mujer de otro reino, muy diferente al de Sabran, cuya aspiración más grande es ser jinete de dragones. Las fronteras entre los reinos del Este - donde reside Tané - y del Oeste - donde se encuentran Sabran, Ead y Lord Arteloth - han estado cerradas durante cientos de años, debido a diferencias principalmente religiosas. La religión de los Reinos de las Virtudes - la de Sabran - idolatra a Sir Galian, mientras que los reinos del Este tienen como soberanos a los dragones de mar, especies de criaturas diferentes al malvado Innombrable, pero juzgadas incorrectamente como su igual por el Oeste. Cuando Tané encuentra en la playa a un extraño de un reino del Oeste, se comienza a desencadenar esta historia de casi mil páginas, que con un par de cambios podría haber sido mucho mejor.
Sobra decir que la construcción de mundos que hace Shannon para este libro es admirable: todos los reinos, desde el que alberga palacio de Inys hasta el que hace de capital la ciudad de Cárscaro ,en uno de los reinos draconianos, han sido creados de manera sumamente detallada, y está clara la inspiración del mundo real que se toma al presentar diferentes versiones de la misma historia. Este es un tema presente en todas las páginas de la novela, que tiene fuertes tintes feministas: la reescritura de las hazañas de mujeres que le dan el crédito a hombres y los idolatran. Los personajes están también bien construidos, puesto que tienen un mundo firme y detallado sobre el cual asentarse.
Sin embargo, hasta ahí llegan las virtudes de lo literario de este libro. Quien merece un gran aprecio es Ivan Belikov, el artista que diseñó la esplendorosa portada y que es la singular causa de que yo (y estoy seguro que muchos más) compráramos con tan altas expectativas este libro. Dejando esto de lado, “El Priorato del Naranjo” es un libro frustrante, porque el potencial para contar una historia realmente atrapante está allí, pero se haya enterrado debajo de una mezcla demasiado grande de clichés de la literatura fantástica, una prosa que tampoco ayuda a la historia que está contando y un ritmo demasiado irregular. Las primeras doscientas páginas se mueven a la velocidad de un caracol, y en la porción del medio toma un ritmo parejo que logra ser entretenido, aunque no llega a ser emocionante. Luego, las últimas doscientas páginas se mueven sin mucha dirección aparente hasta la confrontación final con el Innombrable, la cual (y no les miento) dura menos de veinte páginas.
Hay un montón de ideas buenas e interesante, pero, en lugar de concentrarse a fondo en una o dos de ellas, recorremos superficialmente una docena: profecías, poderes mágicos conferidos por el sol y otros por las estrellas, dragones buenos, dragones malos, brujas, espadas mágicas, dinastías construidas sobre una mentira, búsquedas de objetos perdidos y sumamente importantes, la vida eterna, piratas, cazadores de dragones, y organizaciones secretas. Todo hace una aparición, pero de manera muy convulsionada, rápida, sin darle a ninguna el tiempo de desarrollarse de manera entretenida.
Y ni hablemos de la confrontación final. Shannon mencionó en las redes sociales que su editor la obligó a recortarla, alegando que el libro era demasiado largo. En eso concuerdo, pero Shannon recorta páginas del único lugar donde no era necesario, y en consecuencia el final, el clímax, parece apurado y es, de hecho, anticlimático cuando uno se da cuenta de que las ochocientas páginas de tensión creciente se resuelven en una confrontación más que simple de sólo veinte páginas.
Sé que esta reseña es en su mayoría negativa, pero es que booktube y bookstagram, haciendo gala de la portada hermosa del libro, habían construido unas expectativas obviamente muy altas para lo que es una historia promedio, que habría sido mucho mejor de haberse cortado algunos aspectos y concentrado más profundamente en otros, especialmente en lo relacionado al final del libro. A pesar de todo, cualquier persona que lleva a extremos tan detallados y admirables los mundos que crea para su libro merece mi total respeto, y me es imposible darle una nota totalmente negativa a algo así. Dejémosla en que tuve una reacción mixta.
5/10
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